El año de la peste.
Cuando la ficción se empata con la realidad.
Título: El año de la peste.
Director: Felipe Cazals.
Año: 1979.
Escritor / Guión: Gabriel García Marquez y Juan Arturo Brennan, basado en la novela Diario del año de la peste de Daniel Defoe.
Fotografía: Javier Cruz.
Actúan: Alejandro Parodi, José Carlos Ruiz, Rebeca Silva, Ignacio Retes, Humberto Elizondo, Tito Junco, Alberto Isaac, Narciso Busquets, Daniela Romo.
El año de la peste, es una película del género catastrófico, situada en la ciudad de México, a finales de los años setenta; donde el repentino brote de una enfermedad infecciosa pone en alerta a médicos del ministerio de salud pública, quienes tienen que lidiar contra funcionarios del gobierno, que en un principio pretenden ignorar la amenaza, y luego ocultarla al público.
Con una trama lineal, filmada en estilo de informe cronológico —muy socorrido en este género—, la película va presentando con fechas y nombres, cómo va evolucionando la historia, desde el primer caso, que en un principio se cree es una bronconeumonía común, hasta que se descubre que se trataba de una enfermedad más grave: la peste.
Como es de esperarse, ya que así sucede generalmente en este género de historias, al principio nadie le cree al equipo de médicos que descubre la infección. La primera reacción del gobierno fue negar la epidemia, para luego ocultarla al público, atribuyendo lo casos a otros hechos, con la complicidad del principal medio de comunicación —situación muy acorde a lo que se vivía en el México de esos años—.
Irónicamente, al igual que en el caso actual, en la película el presidente no quiere saber nada de la epidemia. Las autoridades por un lado minimizaban la amenaza del contagio masivo y por otro emprendían acciones veladas para tratar de contenerlo: adelantaron vacaciones escolares y desinfectaban las zonas marginadas donde se creía estaba el foco de la infección.
En la película actúan Alejandro Parodi, como el Dr. Pedro Sierra Genovés: eminente y conocido médico privado; Jose Carlos Ruiz, como el Dr. Jorge Martínez: oficial mayor del Ministerio de Salud pública y Rebeca Silva, en el papel de Eva Aponte: estudiante de medicina que, haciendo sus prácticas en la morgue, es la primera en darse cuenta del número de casos de muerte por la infección.
Al igual que en otras películas del director Felipe Cazals, la historia hace hincapié en los contrastes sociales. Por un lado, en cómo el gobierno atiende la emergencia en las zonas marginadas y por otro, cómo esta es sobrellevada por las clases privilegiadas política y económicamente. De igual manera, las diferentes formas en que reacciona la población, llegando en algunos casos a la superstición y a la barbarie.
Prácticamente carente de efectos especiales, la película contiene escenas distópicas que por lo mismo, resultan crudas e impresionantes.
Sin demeritar por ello a la historia, siento que faltó desarrollar un poco más la figura del reportero suspicaz, interpretado por Humberto Elizondo; este personaje y el antagonismo que muestra contra su jefe, podrían haber llevado la trama hacia una intriga interesante.
Estrenada en cines en el año 1979; dirigida por Felipe Cazals y producida por CONACITE- Dos, la película recibió los premios Ariel a mejor dirección, mejor guión cinematográfico y mejor película.
Con una trama lineal, filmada en estilo de informe cronológico —muy socorrido en este género—, la película va presentando con fechas y nombres, cómo va evolucionando la historia, desde el primer caso, que en un principio se cree es una bronconeumonía común, hasta que se descubre que se trataba de una enfermedad más grave: la peste.
Como es de esperarse, ya que así sucede generalmente en este género de historias, al principio nadie le cree al equipo de médicos que descubre la infección. La primera reacción del gobierno fue negar la epidemia, para luego ocultarla al público, atribuyendo lo casos a otros hechos, con la complicidad del principal medio de comunicación —situación muy acorde a lo que se vivía en el México de esos años—.
Irónicamente, al igual que en el caso actual, en la película el presidente no quiere saber nada de la epidemia. Las autoridades por un lado minimizaban la amenaza del contagio masivo y por otro emprendían acciones veladas para tratar de contenerlo: adelantaron vacaciones escolares y desinfectaban las zonas marginadas donde se creía estaba el foco de la infección.
En la película actúan Alejandro Parodi, como el Dr. Pedro Sierra Genovés: eminente y conocido médico privado; Jose Carlos Ruiz, como el Dr. Jorge Martínez: oficial mayor del Ministerio de Salud pública y Rebeca Silva, en el papel de Eva Aponte: estudiante de medicina que, haciendo sus prácticas en la morgue, es la primera en darse cuenta del número de casos de muerte por la infección.
Al igual que en otras películas del director Felipe Cazals, la historia hace hincapié en los contrastes sociales. Por un lado, en cómo el gobierno atiende la emergencia en las zonas marginadas y por otro, cómo esta es sobrellevada por las clases privilegiadas política y económicamente. De igual manera, las diferentes formas en que reacciona la población, llegando en algunos casos a la superstición y a la barbarie.
Prácticamente carente de efectos especiales, la película contiene escenas distópicas que por lo mismo, resultan crudas e impresionantes.
Sin demeritar por ello a la historia, siento que faltó desarrollar un poco más la figura del reportero suspicaz, interpretado por Humberto Elizondo; este personaje y el antagonismo que muestra contra su jefe, podrían haber llevado la trama hacia una intriga interesante.
Estrenada en cines en el año 1979; dirigida por Felipe Cazals y producida por CONACITE- Dos, la película recibió los premios Ariel a mejor dirección, mejor guión cinematográfico y mejor película.
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